miércoles, 10 de julio de 2013

El amor y Sean Connery

No sabría decir que es aquello que siempre hace que tengamos un romanticismo algo ñoño a la hora de escribir sobre una persona muy cercana a ti, que te llena mental y espiritualmente. Por mucho que queramos es algo que nos supera, hasta llegamos a poner música de balada, como decían aquellos anuncios de las dos de la mañana de la televisión: baladas de los ochenta las que recuperarás la pasión. Si que es cierto que tienes ganas de explotar y decir a los cuatro vientos porque realmente te sientes enamorado de esa persona a la que con el tiempo has convertido en algo más que un amor o una compañera del día a día, en un libro le leí a un personaje una frase que realmente me pareció apropiada: cuando ella me falta es como si me faltara el brazo derecho.

Admito sin embargo que tengo ganas de ponerme un poco ñoño, no se diría cosas muy muy románticas, pero me surge una duda, ¿sonaría real o podría parecer algo estudiado y algo falso?. Si bien es de ley que hacer algo literariamente barroco y elaborado me haría parecer conspicuo, no se, no me veo en ese tipo de papel tan, tan, tan Garcilaso por ejemplo. Es posible hacer un relato apasionado y lleno de metáforas con reseñas históricas como el estilo de Bequer, pero tampoco me veo. Y por supuesto no imitare a Buenafuente porque entonces no sólo no conseguiría nada sino que además es bastante probable que hiciera compañía al teletienda en un sofá.

Definitivamente hay que decir que escribir algo romántico sin parecer un tipo pomposo, un melindres o alguien pedante y creído es tremendamente complicado, aunque se me ocurre la palabra “jodido”, pero lo dejaremos en complicado. Se me ocurren un par de cosas, pero admito que en mi caso ni siquiera estoy escuchando algo que me inspire, estoy escuchando la B.S.O. De la película de la Roca. En este momento solo se me ocurre decir: coño cariño te sacaré de alcatraz con la ayuda de mi viejo amigo Sean Connery en plan comando tengo hasta bengalas para hacer humo romántico en el momento del beso.... . No... no creo que eso funcione. Así que en estas estamos y se me acaba el tiempo. De modo que se me ocurre sólo una cosa y es la siguiente. Va para ti cielo: No leas esta entrada de blog porque después de esto si no tienes sentido del humor ese sofa que hay abajo va a ser mi mejor amigo, pero que sepas una cosa: te quiero no se como narices contarlo en este sitio sin parecer lo que no soy pero ahí queda, buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario