sábado, 29 de junio de 2013

El calor y las uñas de Frodo

La entrada del verano tiene dos cosas: calor y tedio. He de puntualizar, el tedio es sobre todo porque el calor promueve la feliz y tenebrosa idea de que hay que estar quietecito sin hacer nada a según que horas y esto nos lleva a algunos no a todos a ese segundo punto, el tedio. Cuando te aburres empiezas a dar vueltas remolón buscando algo que hacer..., ¡cuando realmente lo que haces es conseguir encontrar mil excusas para no hacer nada!, es una de esas situaciones que me recuerda al señor de los anillos la película, cuando vemos al des-uñado Frodo haciendo acto de tirar el anillo al fuego de su chimenea y acaba en su bolsillo,por cierto ¿nadie le dijo a Elijah Wood que comerse las uñas es un mal hábito y que hace aun mas feo que se te vea en cámara?. ¡¡Céntrate tío céntrate que ya estás yéndote por las ramas otra vez, deja las uñas de Frodo y cuenta lo que te ronda la mente!!.

Últimamente he decidido salir a hacer fotos con mi cámara digital de diseño turista, me he encontrado con fotos de lo mas artísticas y sobre todo turísticas, mi carpeta de fotos parece la guía de turismo de la diputación de Granada, porque bien mirado...¿y qué coño de fotos haces?, hacer fotos sin permiso es un delito, hacer fotos de menores aunque sean tus hijos y colgarlas en la red es un delito, tampoco puedes hacer fotos de suecas: el mito no es cierto, parecerías una guía del “ocio” y volvemos al primer punto sin permiso sigue siendo un delito. Y volvemos al primer punto de esta historia: hace un calor del copón y eso nos conduce de nuevo a las excusas y al tedio como no. Aún así no me salieron malas fotos eso si... tediosas hasta el punto mas satánico del término.

Así que me encuentro contando esto porque dentro de lo malo tiene dos cosas que no son tan malas: no tengo el dilema moral en términos fotográficos y combato ese perverso calor que me alienta a estar todo el puñetero día sin hacer nada que me llevaría irremediablemente a tener un ataque de desesperación y tragedia griegas sobre el aburrimiento y las declamaciones sobre el calor. La verdad tengo miedo, porque una vez terminadas estas lineas volveré a tener que salir a hacer fotografías que me estimulen para hacer otras cosas y no pensar en el dilema de si son éticas o no. Lo que si es seguro es que el tedio volverá como la sombra oscura de Mordor, eso si esperemos que el próximo héroe contra este mal tenga las uñas mejor arregladas.

viernes, 28 de junio de 2013

Efímero

No vemos esperanza, no. Pero el día se levanta desde mi ventana como cualquier otro, la misma rutina el mismo vaivén de todos los días, desayuna mira tus opciones y después ríndete o intenta que el día al menos parezca productivo de algún modo. Hoy el día ha venido acompañado de un susurro constante, una adormecedora brisa de calma que hace de mi vaivén diario un mecer en la hamaca. Aún así la jornada no parece traer nada, salvo ese maldito susurro que intenta que mire por esa ventana a ver si de entre esa rutina aparece la ninfa de la paz y la efímera sensación de felicidad. Felicidad, a veces creo que es una de esas mentiras creadas para que tiremos hacia delante como animales de cacería, para que no perdamos de vista el objetivo de lo que es menos importante, que debería ser sentirse pacificado interior y exteriormente, encontrando esa senda importante de nuestra vida que nos conduzca a la aventura a algo que sea legendario para la biografía anónima de nuestras rutinarias y poco esperanzadoras vidas.

Explorando los claro-oscuros de mi mente me doy cuenta que a veces contar algo no consiste en escribir algo original, que no consiste en odas ni musas de ningún tipo. Es una sucesión de letras que conducen a una serie de palabras trenzadas en frases que conforman nuestros pensamientos. Esa madeja es la que hace que cada día miremos por nuestra ventana buscando la aventura definitiva algo que nos haga tener una impronta que nos detenga en el tiempo y se nos recuerde por algo que nos representa que nos define y que en definitiva nos eleva a los templos de esas ninfas de la efímera felicidad... en el fondo no es más que eso, queremos que en ese vaivén de la hamaca haya algo más. Pero ya se sabe la felicidad dura lo que la sucesión de palabras trenzadas en esas frases delimitan o expanden nuestro pensamiento, para elevarlo a la aventura al templo de la efímera felicidad.

Y aquí sigo mirando por esa ventana, para poder alcanzar mi meta que no es otra que expresar mis pensamientos de la manera mas correcta y menos rutinaria posible, espero que por esta vez mis letras hayan tenido un fin adecuado que es la de expresar esta mi efímera felicidad.