No vemos esperanza, no.
Pero el día se levanta desde mi ventana como cualquier otro, la
misma rutina el mismo vaivén de todos los días, desayuna mira tus
opciones y después ríndete o intenta que el día al menos parezca
productivo de algún modo. Hoy el día ha venido acompañado de un
susurro constante, una adormecedora brisa de calma que hace de mi
vaivén diario un mecer en la hamaca. Aún así la jornada no parece
traer nada, salvo ese maldito susurro que intenta que mire por esa
ventana a ver si de entre esa rutina aparece la ninfa de la paz y la
efímera sensación de felicidad. Felicidad, a veces creo que es una
de esas mentiras creadas para que tiremos hacia delante como animales
de cacería, para que no perdamos de vista el objetivo de lo que es
menos importante, que debería ser sentirse pacificado interior y
exteriormente, encontrando esa senda importante de nuestra vida que
nos conduzca a la aventura a algo que sea legendario para la
biografía anónima de nuestras rutinarias y poco esperanzadoras
vidas.
Explorando los
claro-oscuros de mi mente me doy cuenta que a veces contar algo no
consiste en escribir algo original, que no consiste en odas ni musas
de ningún tipo. Es una sucesión de letras que conducen a una serie
de palabras trenzadas en frases que conforman nuestros pensamientos.
Esa madeja es la que hace que cada día miremos por nuestra ventana
buscando la aventura definitiva algo que nos haga tener una impronta
que nos detenga en el tiempo y se nos recuerde por algo que nos
representa que nos define y que en definitiva nos eleva a los templos
de esas ninfas de la efímera felicidad... en el fondo no es más que
eso, queremos que en ese vaivén de la hamaca haya algo más. Pero ya
se sabe la felicidad dura lo que la sucesión de palabras trenzadas
en esas frases delimitan o expanden nuestro pensamiento, para
elevarlo a la aventura al templo de la efímera felicidad.
Y aquí sigo mirando por
esa ventana, para poder alcanzar mi meta que no es otra que expresar
mis pensamientos de la manera mas correcta y menos rutinaria posible,
espero que por esta vez mis letras hayan tenido un fin adecuado que
es la de expresar esta mi efímera felicidad.
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