martes, 29 de marzo de 2011

La Puta de Babilonia


Vas por la calle, caminas y escuchas: ruidos de los vehículos, estridencias de sus bocinas y las sirenas de ambulancias o policía. También escuchas los dichosos ruiditos de los móviles, que con el tiempo se han convertido en alguien mas afín al ser humano que el perro o la pareja sentimental, no digamos un amigo, entre todo esto se puede escuchar conversaciones de la gente que va por la calle, antes posiblemente más que ahora. Personalmente es lo que echo de menos, la esencia del ser humano está en una cosa: Palabras.

Antes oías algunas discusiones, personas que hablaban de la compra e incluso entre suspiros alguien hablando a otro alguien de sus sentimientos, ahora no… ahora las palabras si acaso las ves en el móvil o el blackberry, la gente no dice palabras, como mucho las piensa. Ya no hablemos de escribir en un papel las palabras, eso para muchos es cavernario. Se está perdiendo la sana(a mi entender) costumbre de comunicarnos, algo que nos distingue de otras especies. Es una muerte lenta e inexorable que está siendo cometida por “internet y las redes sociales” según muchos para comunicarnos y conocer gente, desde mi punto de vista una manera más de embrutecernos y evitarnos tener que conocer a alguien y esbozar frases, conversaciones directas sin el dichoso móvil o el maldito internet. A mi modesto entender la “puta de Babilonia” es precisamente eso, la muerte de la interacción y las palabras, lo peor es que somos como jodidos adictos a la coca, queremos más y más sólo para no tener que hacer lo que más tememos: darnos a nosotros mismos a través del preciado don de la palabra. Pero es lo que hay, tendremos que seguir jodiendo a la misma puta, hasta que diga basta. Lástima, me encantaba escuchar palabras, no solo escribirlas aquí, en el puto prostíbulo de internet. Pero no pierdo la esperanza de que un día pueda seguir escuchando palabras…tal vez en los más jóvenes…

sábado, 19 de marzo de 2011

El reflejo


¿Nadie se fija en lo que es mirarse a un espejo?, últimamente yo sí, concretamente en uno de la gran vía de mi ciudad. Todos pasan por allí sin mirarse o haciendo creer que no se miran. Unos lo hacen con dignidad, otros con disimulo y hasta los hay que se miran sin ningún pudor, seguros de que están muy buenos/as. Lo más curioso de esto es que nadie se mira fijamente, no creo que nadie sea capaz de mirarse, podría ser que el reflejo nos devolviera una imagen que no nos gustaría. Pero… ¿qué pasaría si no nos viéramos?, esa es la temática utilizada para identificar a los vampiros y por cierto, ¿alguien ha visto alguno? No pero si el reflejo en ese espejo de la calle que siempre nos devuelve la imagen que queremos que nos devuelva o que esperamos que nos devuelva.

Lo mejor del espejo es que no es la cara del alma, aunque sí de la vanidad, y digo yo…¿nos miramos por vanidad no? No no, nos miramos para ver si vamos bien a ver si va a resultar que no nos vemos correctamente. Pero eso me plantea la siguiente duda si no te ves bien, necesitarías ir al oculista, o tal vez al psicólogo, porque dicho sea de paso, eso de los espejos también es como para pensarse que estamos algo mal. Pero, al final lo que importa es COMO NOS VEMOS en el espejo y no LO QUE VEMOS. Es curioso mirarse al espejo tiene un montón de lecturas, que aun no termino de entender, será que ese espejo de la gran vía donde todos se miran, solo es eso un espejo sin más… O NO.

jueves, 17 de marzo de 2011

El INTERIOR


El INTERIOR… menuda palabra, siempre he tenido por esa expresión una actitud compleja no sé si porque tiene muchos significados o porque simplemente da miedo pensar en uno en concreto… o en varios. Para muchos habla de la profundidad de algo o alguien, para otros varios puede ser el antónimo de exterior… vale chiste fácil. Pero para mí tiene ciertas connotaciones de soledad, cuando uno mira al interior, viaja al interior o examina el interior es como si viajaras a una sima profunda y oscura donde nadie más que tu puede encontrar respuestas, imágenes o la salida. Siempre he creído que mirar al interior tiene el problema de encontrarse con el basurero con esa parte oscura y siniestra a la que día a día le metes cosas pero prefieres no pararte a examinarla con detenimiento, porque hay en ella una oscuridad y un halito siniestro inquietante.

Pero… el INTERIOR, también puede ser un viaje hacia nuestro YO, nuestra ALMA o nuestro KA, el caso es que hoy ese es mi pensamiento del día, el INTERIOR.

lunes, 14 de marzo de 2011

Y si digo lo que pienso...


Después de varios experimentos con este blog, voy a hacer borrón y cuenta nueva. Hablare de lo que veo día a día, admito que no se que saldrá de todo esto o si el titulo sera adecuado no lo sé.

Lo que si se es que quiero hablar de cosas que suceden mientras pienso, veo la calle, la tv o dios sabe que... a veces ni siquiera sera lo que vea sino el momento... no se, admito que no lo se.

No hay mayor pena que la de no haber vivido dicen por ahí, pero también he de admitir que la mayor pena en nuestra sociedad es vivir por los demás la mierda que otro te echa encima, llevamos una temporada recibiendo eso... mierda, cuando preguntas siempre lo mismo: “cada palo aguante su vela” o la mejor: “Nosotros podemos arreglarlo”. Mi pregunta es, ¿ por qué tengo que arreglar yo lo que otros provocan?, ¿Y porque si otros la provocan, en vez de recibir ayuda, tengo que solventarme solo mis problemas, cuando tengo que solventar los creados por otros que me llevaron a una situación jodida?.

No se, tengo la sensación de que alguien me cuenta un mal chiste y encima me obligan a reirrme porque si no... no haría lo correcto. Es como cuando miras un escaparate, lo correcto es mirar y decidir si quieres o no comprar algo, pero en tiempos que corren debemos o entrar sin mirar o mirarnos en el reflejo de ese escaparate para vernos bien vanos. Si entras bien, esto lo arreglas, es lo “correcto”; si no entras entonces le dices al que te cuenta el mal chiste que es un mal chiste y ahi esta el problema, porque si dices eso eres un mal samaritano y un pero ciudadano, cuando lo que te importa es...¿por que nadie se ríe de mis chistes? Los míos son malísimos pero son míos y a nadie le importan.. Cada palo aguante su vela, esa es la clave, pero tu yo y todos en la de los que nos cuentan el mal chiste, reirte o no... eso ya es harina de otro costal.