lunes, 13 de junio de 2011

la exactitud de lo inexacto


Estaba entrando en la casa de mi amigo Antonio cuando no pude evitar pensar cuantas veces habría que explicarle que la realidad no se ejecuta como ecuaciones matemáticas a las que acudir para ver soluciones exactas y de un resultado. La verdad es que la vida se tiene por diversas constantes matemáticas y literarias que nada tienen que ver con las ciencias y si con las ganas de experimentar con los sentidos, con la verdad del hecho que no para de revelarnos que por mas que busquemos un SI o un NO, también hay tal vez, y si.. , ojalas, casi que puede, no se si..., con lo que podríamos, y tantas y tantas maneras de alterar un resultado a la ecuación, que casi podríamos decir que la verdad absoluta no esta en las matemáticas ni en los hechos probados y si en las percepciones de esas condicionales que también podríamos llamar la gama de grises.

Lo sorprendente de la afirmación tan aterradora es que en el fondo sabemos que es así, pero no nos resignamos a encontrar un resultado exacto a nuestras diatribas diarias y a nuestras pequeñas acciones cotidianas, un ejemplo: He quedado con alguien en la avenida de la constitución, solo tendría que coger un autobús que le lleve directamente desde su casa que es en la avenida reyes católicos junto al ayuntamiento en Granada, fácil, ¿no?. Pues aunque es una solución sencilla a un viaje tiene miles de factores, que de pronto haya una huelga, que de pronto le llamen del trabajo, o los dioses del infortunio no lo quieran lo llame su madre diciendo que hay un deceso, Es mas podría ser que al montarse en dicho autobús se torciera un tobillo, o que cogiera un taxi y le llevara por otro camino en consecuencia llegaría mas tarde o no llegaría. El caso es que mi amigo siempre dirá algo así como: es un resultado fácil coge el bus tal y llega siguiendo esa avenida y la gran vía hasta el punto en cuestión, las variantes al final dan el mismo resultado único y ajustado. Sin contemplar mas que eso de que desde A hasta B solo esta una linea recta sin desvíos o si acaso con alguna curva pero que siempre llevara la mismo resultado. La vida vista desde el punto de vista de un pragmático empirista a veces da resultados curiosos, el mas sonado en este caso fue que el cogio el autobús mencionado pero nunca llego a la cita acordada, porque conoció a una chica con la que actualmente sale... y ahora ni siquiera coge el autobús o queda conmigo,¿veis que fácil es violar la exactitud de las matemáticas de resultado único?. Ahora me tomare un merecido refresco que es verano y hace calor... o tal vez me tome un helado, lo averiguare pensando en las matemáticas esas pequeñas larvas que equivocan al mas avezado.

lunes, 25 de abril de 2011

Sol y Luna




Cuantas veces te levantas al día para ver como los amaneceres varían en tu ventana. Cuantas veces te levantas por la noche para ver que la luna no asoma de la misma manera pero siempre con la misma sonrisa. Como es que cuando avisas al sol de que el día debe ser luminoso decide como cuánto y por donde, y aunque brille no lo hace para ti. En cambio al abrigo de la noche cuando te levantas ves como la argéntea luz de la noche revela tu serena mente con un brillo tenue, pero fuerte; sutil pero perfilado. Donde están los márgenes de luz que necesitamos para que nuestro YO pueda exhibirse sin que palidezca u oculte la luz de la tierra. Cuantas veces ves la luz del día pensando que no brilla para ti y si para otros con aurea potestad, y en cambio cuantas veces te has dejado arrullar por la sensual y nocturna luz de la luna sabiendo que esa noche solo brillará para ti.

Es curioso y a la vez inédito que nadie se fije en algo tan insignificante y a la vez muy importante como el impacto de la luz de los astros sobre nosotros, los entes vivos de este pequeño planeta azul, de esta ciudad en la que me encuentro. Ves la gente diariamente como pasea o va de aquí para allá bañada en esas luces sin percatarse de que les guían como una madre lleva a sus hijos de la mano sin que teman porque está allí para evitar que tengan un problema, iluminándoles con una sonrisa vital a la mañana seductora y arrulladora por la noche. Pero aquí seguimos como pequeños bastardos sin siquiera dar las gracias a estos dos ángeles protectores, porque para muchos sólo es una luz sin importancia. Sin darse cuenta de lo que predisponen ambas sonrisas o luces sobre nuestros comportamientos y nuestros sentimientos… hasta sobre nuestra cordura. Y aquí estoy yo en este momento sin luces para hablar de eso, de iluminación.

domingo, 24 de abril de 2011

La sombra y la lluvia


En una semana santa tan lluviosa pero limpia de alma y corazón no he dejado de fijarme en cómo la gente festeja la llegada de la primavera de diversas maneras. Unos lo hacen comprándose trajes, otros saliendo a respirar el nuevo clima, limpio húmedo lleno de vida en cada rincón, cada esquina. Pero cada hueco vacio que no es llenado por estos nuevos aires deja posos de ese invierno lleno de frustraciones, iras, amarguras y también lágrimas. Cuando paso por jardines y parques veo que resucitan como arbustos en flor esa especie de ser humano cada día más en extinción: el lector. Los parques se llenan de lectores con libros de lo más variado desde la intriga, pasando por la poesía o el ensayo hasta los más frikis con su ciencia ficción o su literatura fantástica.

Pero detrás de todos ellos aun se puede ver un halo de oscuridad, una sombra. La sombra del invierno que azota aún nuestra alma y nuestra mente como Caín esperando entre la maleza con una quijada dispuesto a golpearles por adorar con más fervor la primavera. La sombra es tal que es como una segunda persona que nos acompaña, nos dice la hora o simplemente nos oculta de nosotros mismos en la vía pública. Como toda sombra que se precie, hace que cuando la veamos o no observemos nada en ella que llame nuestra atención cotidiana o simplemente preferimos no fijarnos por algún temor oculto a que se vaya o tome nuestro sitio en el día a día. Lo que no deja de ser sorprendente es como acogemos la primavera, con esa lluvia reparadora y purificadora que parece que nos está cambiando hasta el talante, ves las flores, los pájaros y como no los lectores que tienen una paz que nos revela abiertamente que llega otro tiempo, otra manera de ver el mundo que el dejado atrás por el invierno. Y tal vez, solo tal vez se quede la maldita sombra ahí sin molestar, porque siendo sincero a veces me gustaría ser Peter Pan y atrapar a las sombras en primavera para que no altere el lavado espiritual que nos trae a todos esta época del año.

viernes, 15 de abril de 2011

Tribulaciones de una mujer observadora


Amanecía en la ciudad roja, el sol se levantaba radiante dominador e imperial para apuntar directamente sobre los muros de la Alhambra, el palacio rojo. Al impactar la luz solar prístina y brillante aun era más roja la Alhambra casi un fuego llameante que decía: aquí estoy sigo sultana y mora con el paso de los tiempos, aun soy ese jardín del edén que acogió alegría y llanto, belleza y actos de nobleza que me hacen majestuosa, una dama mayor y sabia que aún conserva esa belleza que hace que te enamores… te embrujes.

Amanecía en la ciudad del palacio rojo fría pero límpida, con gente que iba entre carreras y café rápido a trabajar o simplemente a que los purificadores rayos solares limpien sus almas y sus pensamientos oscuros… nocturnos. Ves el caminar de la gente, oyes conversaciones se llena de vida la ciudad, con la atenta mirada de esa vieja dama que aun acoge, escucha silenciosamente y valora todo lo que se dice de manera sabia, paciente y calmada. Avanza el día y aunque hay mas ruidos que despistan a nuestra dama, ella sigue pendiente de que sus ahijados, sus ciudadanos con los que comparte todo, miserias y alegrías, bendiciones y maldiciones, también amores y desamores y como no las riñas de esas familias que son tan antiguas como el tiempo y a las que ha visto pasar generación tras generación asintiendo calmada pero con una sonrisa sabia de quien sabe que llenan de vida su lento caminar a la eternidad.

Atardecía en la ciudad del palacio rojo y ahora la vieja dama… la Alhambra recibe los últimos rayos solares mas imperiales y mas rojos que hacen que su sombra se expanda a todos sus ahijados en la ciudad del palacio rojo, en la ciudad del palacio donde las conversaciones siempre están escuchadas calmadamente por esa dama sabia y antigua que dice otra vez: Aquí sigo sultana y mora con el paso de los tiempos soy ese jardín del edén que tantas cosas acogió, soy la dama que conserva la belleza para que te enamores, dormid hijos míos porque mañana brillare de nuevo pero yo velare vuestros sueños nocturnos para que mañana volvamos a conversar con la palabra y el alma.

martes, 12 de abril de 2011

Mi pagina en blanco


Miras y piensas, piensas y decides; decides y escribes. Es la rutina increíblemente dura de un blog, a veces surgen ideas, a veces solo son sesgos, aunque las más de las veces solo son paridas mentales. Te pones música pensando que sería ideal para que llegue algo de lucidez(los más poéticos lo llaman inspiración). Pero ahí está otra vez, se adueña de ti, esa ceguera que quiere una y otra vez persuadirte de que no hay nada, de que todo lo que escribes es baldío y que si no te “inspira” no podrá iluminarte una de las musas. Putas musas te dices, estarán de vacaciones porque si no, no se explica porque no llega ni lucidez, ni inspiración ni musas… ni siquiera la puta gana de consumir unos panchitos a ver que llega… pero ahí está la música que te pones para ver si algo te llega a la mente, esa idea ese sesgo ese momento de divinidad que nos toca y nos da la posibilidad de contar una historia.

Piensas y observas, observas y decides, das un puñetazo mental con un “joder” y escribes… es la disciplina de quien tiene la firme idea de escribir en un blog, un artículo de periódico, un nonato libro o simplemente una hoja de papel mientras observa pasar delante de su mente, letras, palabras… coño y las putas musas también que parecen que hoy están haciendo cortes de mangas, oigo hasta la banda sonora de dicha acción. Y aquí sigue ese delante de este que escribe ese dragón de todos los colores y ninguno, sin que aparezca el momento lucido, sin que haya inspiración o simplemente sin dejarme tocar la inmortalidad que al fin acabe con la maldición que a todo escritor en ciernes le debilita, el dragón de todos los colores y ninguno que llaman: el síndrome del papel en blanco. Pero tranquilos, hoy sin musas también tengo mi momento de lucidez, tomad malditas musas oíd mi banda sonora de cortes de mangas en forma de golpes al teclado mientras escribo esto.

lunes, 4 de abril de 2011

¿A nadie le pasa que...?


Una pregunta, ¿nadie se aburre en internet?. Yo llevo días que cuando veo el router encenderse y titilar o simplemente el sentarme a ver la prensa online, es algo que me da una pereza enorme, no sé siento la necesidad de expresarme de otra manera y creo que internet no es la solución. Pero si me doy cuenta de que es el futuro y que es posible que sea uno de esos dinosaurios que cuanto más tiempo pasan en vez de evolucionar con los adelantos tecnológicos, hace más bien lo contrario… involuciona. Un simple clic es como una tortura hecha realidad. Si lo sé, hay que salir más, haz otras cosas, aprovecha las oportunidades que te da el medio digital etc. etc. Pero es que la realidad es que solo veo lo mismo y el mismo tipo de gente y llevo en internet más de 15 años (nadie se ofenda es solo una valoración inocente sobre el tipo de personas nada más). Mi msn esta ya continuamente apagado, en cuanto a lo de las redes sociales… no me termina de convencer prefiero el cara a cara. Si ya se, estoy en una en estos instantes, pero son más las veces que no entro a las que entro y ya no digo participar.

Curiosamente con el PC también me pasa el mismo caso. No sabría decir si es que realmente es lo que dije antes o que simplemente no le saco las entretelas al artefacto en sí. El caso es que ya no me satisface ni me enriquece, sino más bien me lastra y me condena al tedio entre otras cosas, pero aquí estoy dejando esta reseña sobre mi decadencia digital y mi miseria socio-internautica. Cada día tengo unas ganas enormes de no encenderlo, porque descubro que cuando lo enciendo tengo unas ganas enormes de apagarlos porque me aburro más que antes de haberlo encendido… no sé, pero tengo la sensación de que la tecnología al menos en mi caso más que aportarme, me recorta… menuda estupidez, ¿no?, en fin, saludos.

martes, 29 de marzo de 2011

La Puta de Babilonia


Vas por la calle, caminas y escuchas: ruidos de los vehículos, estridencias de sus bocinas y las sirenas de ambulancias o policía. También escuchas los dichosos ruiditos de los móviles, que con el tiempo se han convertido en alguien mas afín al ser humano que el perro o la pareja sentimental, no digamos un amigo, entre todo esto se puede escuchar conversaciones de la gente que va por la calle, antes posiblemente más que ahora. Personalmente es lo que echo de menos, la esencia del ser humano está en una cosa: Palabras.

Antes oías algunas discusiones, personas que hablaban de la compra e incluso entre suspiros alguien hablando a otro alguien de sus sentimientos, ahora no… ahora las palabras si acaso las ves en el móvil o el blackberry, la gente no dice palabras, como mucho las piensa. Ya no hablemos de escribir en un papel las palabras, eso para muchos es cavernario. Se está perdiendo la sana(a mi entender) costumbre de comunicarnos, algo que nos distingue de otras especies. Es una muerte lenta e inexorable que está siendo cometida por “internet y las redes sociales” según muchos para comunicarnos y conocer gente, desde mi punto de vista una manera más de embrutecernos y evitarnos tener que conocer a alguien y esbozar frases, conversaciones directas sin el dichoso móvil o el maldito internet. A mi modesto entender la “puta de Babilonia” es precisamente eso, la muerte de la interacción y las palabras, lo peor es que somos como jodidos adictos a la coca, queremos más y más sólo para no tener que hacer lo que más tememos: darnos a nosotros mismos a través del preciado don de la palabra. Pero es lo que hay, tendremos que seguir jodiendo a la misma puta, hasta que diga basta. Lástima, me encantaba escuchar palabras, no solo escribirlas aquí, en el puto prostíbulo de internet. Pero no pierdo la esperanza de que un día pueda seguir escuchando palabras…tal vez en los más jóvenes…

sábado, 19 de marzo de 2011

El reflejo


¿Nadie se fija en lo que es mirarse a un espejo?, últimamente yo sí, concretamente en uno de la gran vía de mi ciudad. Todos pasan por allí sin mirarse o haciendo creer que no se miran. Unos lo hacen con dignidad, otros con disimulo y hasta los hay que se miran sin ningún pudor, seguros de que están muy buenos/as. Lo más curioso de esto es que nadie se mira fijamente, no creo que nadie sea capaz de mirarse, podría ser que el reflejo nos devolviera una imagen que no nos gustaría. Pero… ¿qué pasaría si no nos viéramos?, esa es la temática utilizada para identificar a los vampiros y por cierto, ¿alguien ha visto alguno? No pero si el reflejo en ese espejo de la calle que siempre nos devuelve la imagen que queremos que nos devuelva o que esperamos que nos devuelva.

Lo mejor del espejo es que no es la cara del alma, aunque sí de la vanidad, y digo yo…¿nos miramos por vanidad no? No no, nos miramos para ver si vamos bien a ver si va a resultar que no nos vemos correctamente. Pero eso me plantea la siguiente duda si no te ves bien, necesitarías ir al oculista, o tal vez al psicólogo, porque dicho sea de paso, eso de los espejos también es como para pensarse que estamos algo mal. Pero, al final lo que importa es COMO NOS VEMOS en el espejo y no LO QUE VEMOS. Es curioso mirarse al espejo tiene un montón de lecturas, que aun no termino de entender, será que ese espejo de la gran vía donde todos se miran, solo es eso un espejo sin más… O NO.

jueves, 17 de marzo de 2011

El INTERIOR


El INTERIOR… menuda palabra, siempre he tenido por esa expresión una actitud compleja no sé si porque tiene muchos significados o porque simplemente da miedo pensar en uno en concreto… o en varios. Para muchos habla de la profundidad de algo o alguien, para otros varios puede ser el antónimo de exterior… vale chiste fácil. Pero para mí tiene ciertas connotaciones de soledad, cuando uno mira al interior, viaja al interior o examina el interior es como si viajaras a una sima profunda y oscura donde nadie más que tu puede encontrar respuestas, imágenes o la salida. Siempre he creído que mirar al interior tiene el problema de encontrarse con el basurero con esa parte oscura y siniestra a la que día a día le metes cosas pero prefieres no pararte a examinarla con detenimiento, porque hay en ella una oscuridad y un halito siniestro inquietante.

Pero… el INTERIOR, también puede ser un viaje hacia nuestro YO, nuestra ALMA o nuestro KA, el caso es que hoy ese es mi pensamiento del día, el INTERIOR.

lunes, 14 de marzo de 2011

Y si digo lo que pienso...


Después de varios experimentos con este blog, voy a hacer borrón y cuenta nueva. Hablare de lo que veo día a día, admito que no se que saldrá de todo esto o si el titulo sera adecuado no lo sé.

Lo que si se es que quiero hablar de cosas que suceden mientras pienso, veo la calle, la tv o dios sabe que... a veces ni siquiera sera lo que vea sino el momento... no se, admito que no lo se.

No hay mayor pena que la de no haber vivido dicen por ahí, pero también he de admitir que la mayor pena en nuestra sociedad es vivir por los demás la mierda que otro te echa encima, llevamos una temporada recibiendo eso... mierda, cuando preguntas siempre lo mismo: “cada palo aguante su vela” o la mejor: “Nosotros podemos arreglarlo”. Mi pregunta es, ¿ por qué tengo que arreglar yo lo que otros provocan?, ¿Y porque si otros la provocan, en vez de recibir ayuda, tengo que solventarme solo mis problemas, cuando tengo que solventar los creados por otros que me llevaron a una situación jodida?.

No se, tengo la sensación de que alguien me cuenta un mal chiste y encima me obligan a reirrme porque si no... no haría lo correcto. Es como cuando miras un escaparate, lo correcto es mirar y decidir si quieres o no comprar algo, pero en tiempos que corren debemos o entrar sin mirar o mirarnos en el reflejo de ese escaparate para vernos bien vanos. Si entras bien, esto lo arreglas, es lo “correcto”; si no entras entonces le dices al que te cuenta el mal chiste que es un mal chiste y ahi esta el problema, porque si dices eso eres un mal samaritano y un pero ciudadano, cuando lo que te importa es...¿por que nadie se ríe de mis chistes? Los míos son malísimos pero son míos y a nadie le importan.. Cada palo aguante su vela, esa es la clave, pero tu yo y todos en la de los que nos cuentan el mal chiste, reirte o no... eso ya es harina de otro costal.