martes, 12 de abril de 2011

Mi pagina en blanco


Miras y piensas, piensas y decides; decides y escribes. Es la rutina increíblemente dura de un blog, a veces surgen ideas, a veces solo son sesgos, aunque las más de las veces solo son paridas mentales. Te pones música pensando que sería ideal para que llegue algo de lucidez(los más poéticos lo llaman inspiración). Pero ahí está otra vez, se adueña de ti, esa ceguera que quiere una y otra vez persuadirte de que no hay nada, de que todo lo que escribes es baldío y que si no te “inspira” no podrá iluminarte una de las musas. Putas musas te dices, estarán de vacaciones porque si no, no se explica porque no llega ni lucidez, ni inspiración ni musas… ni siquiera la puta gana de consumir unos panchitos a ver que llega… pero ahí está la música que te pones para ver si algo te llega a la mente, esa idea ese sesgo ese momento de divinidad que nos toca y nos da la posibilidad de contar una historia.

Piensas y observas, observas y decides, das un puñetazo mental con un “joder” y escribes… es la disciplina de quien tiene la firme idea de escribir en un blog, un artículo de periódico, un nonato libro o simplemente una hoja de papel mientras observa pasar delante de su mente, letras, palabras… coño y las putas musas también que parecen que hoy están haciendo cortes de mangas, oigo hasta la banda sonora de dicha acción. Y aquí sigue ese delante de este que escribe ese dragón de todos los colores y ninguno, sin que aparezca el momento lucido, sin que haya inspiración o simplemente sin dejarme tocar la inmortalidad que al fin acabe con la maldición que a todo escritor en ciernes le debilita, el dragón de todos los colores y ninguno que llaman: el síndrome del papel en blanco. Pero tranquilos, hoy sin musas también tengo mi momento de lucidez, tomad malditas musas oíd mi banda sonora de cortes de mangas en forma de golpes al teclado mientras escribo esto.

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