La entrada del verano
tiene dos cosas: calor y tedio. He de puntualizar, el tedio es
sobre todo porque el calor promueve la feliz y tenebrosa idea de que
hay que estar quietecito sin hacer nada a según que horas y esto nos
lleva a algunos no a todos a ese segundo punto, el tedio. Cuando te
aburres empiezas a dar vueltas remolón buscando algo que hacer...,
¡cuando realmente lo que haces es conseguir encontrar mil excusas
para no hacer nada!, es una de esas situaciones que me recuerda al
señor de los anillos la película, cuando vemos al des-uñado Frodo
haciendo acto de tirar el anillo al fuego de su chimenea y acaba en
su bolsillo,por cierto ¿nadie le dijo a Elijah Wood que comerse las
uñas es un mal hábito y que hace aun mas feo que se te vea en
cámara?. ¡¡Céntrate tío céntrate que ya estás yéndote por las
ramas otra vez, deja las uñas de Frodo y cuenta lo que te ronda la
mente!!.
Últimamente he decidido
salir a hacer fotos con mi cámara digital de diseño turista, me he
encontrado con fotos de lo mas artísticas y sobre todo turísticas,
mi carpeta de fotos parece la guía de turismo de la diputación de
Granada, porque bien mirado...¿y qué coño de fotos haces?, hacer
fotos sin permiso es un delito, hacer fotos de menores aunque sean
tus hijos y colgarlas en la red es un delito, tampoco puedes hacer
fotos de suecas: el mito no es cierto, parecerías una guía del
“ocio” y volvemos al primer punto sin permiso sigue siendo
un delito. Y volvemos al primer punto de esta historia: hace un
calor del copón y eso nos conduce de nuevo a las excusas y al
tedio como no. Aún así no me salieron malas fotos eso si...
tediosas hasta el punto mas satánico del término.
Así que me encuentro
contando esto porque dentro de lo malo tiene dos cosas que no son tan
malas: no tengo el dilema moral en términos fotográficos y combato
ese perverso calor que me alienta a estar todo el puñetero día sin
hacer nada que me llevaría irremediablemente a tener un ataque de
desesperación y tragedia griegas sobre el aburrimiento y las
declamaciones sobre el calor. La verdad tengo miedo, porque una vez
terminadas estas lineas volveré a tener que salir a hacer
fotografías que me estimulen para hacer otras cosas y no pensar en
el dilema de si son éticas o no. Lo que si es seguro es que el tedio
volverá como la sombra oscura de Mordor, eso si esperemos que el
próximo héroe contra este mal tenga las uñas mejor arregladas.
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