La vida se compone de momentos,
los momentos se componen de escenas y fotogramas compuestos por
pequeñas acciones que marca nuestro siguiente paso en la evolución
de nuestra vida cotidiana. Admito sin embargo que las circunstancias
a veces hacen que tengas que borrar, o más bien tengas que retocar
cada fotograma antes de emitirlo en el continuo espacio de nuestra
toma de decisiones. No obstante, hay que al menos hacer una reflexión
de porque retocamos, eliminamos y procesamos dichas escenas, dichos
fotogramas.
Tengo que admitir que últimamente
me paso los días eliminando escenas porque parecen políticamente
incorrectas, porque son reprobables o simplemente son tan diferentes
que son incomprendidas y al final reprobadas; quedando dos caminos, o
eliminas la escena o simplemente cargas con la consecuencia del guión
subsiguiente a esa escena. No se vosotros, en serio, pero tengo la
sensación de que a la gente le encanta la rutina establecida por la
sociedad y cuando te sales de ella o directamente no se percatan que
no eres el estrato social que ellos desean directamente te aíslan,
eso si con mucha corrección política, pero te aíslan. Con lo
sensacional que es la diversidad, la sensación de aires nuevos para
una convivencia y la capacidad de saltarse una rutina para
convertirte en algo único. Pues no amigos, no, importa más que
formes parte de un engranaje que se ajuste a la película que hay
alojada en las mentes de personas que no desean ser mas que amebas
dirigidas por un ente que dicta hasta sus más íntimos y oscuros
pensamientos.
Y esto nos vuelve a traer al
principio, el montaje nocturno de cada cortometraje diario que es la
vida cotidiana y la conclusión de que en ciertos momentos, me
encantaría ser como ellos, sólo en ciertos momentos claro. El resto
del tiempo observo con desespero como a mi alrededor hay como una
especie de vació en el que me siento solo gritando a la nada de
Atreyu, esperando sin mucho éxito una respuesta para no tener que
estar recomponiendo las escenas de mi día a día. ¿Y sabéis que es
lo más triste de todo esto?, que por mucho que intente o intentéis
cambiar la dinámica e intentar enseñar un mundo nuevo o simplemente
una manera distinta de sobrellevar la vida cotidiana, la respuesta
sera simple: un discreto silencio y el aislamiento. Y nada de lo que
se intente cambiará la situación, a no ser que gritéis fuerte al
vació o que simplemente tengáis un oído cómplice para que el
vacío se llene por una vez de algo distinto a la rutina.
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