Podría empezar con un
“uf cuanto tiempo”, pero sería como intentar decirle a mis
padres cuando era niño que los deberes se escabulleron bajo la cama
y por eso precisamente no los hice. No, amigos he estado largo tiempo
alejado de mi pequeño escritorio que es este blog, porque
sinceramente no siempre se tienen ganas de contar alguna historia,
corta o larga. Admitámoslo no soy lo que se dice un genio de las
letras ni un escritor profesional aunque quiera o pretenda serlo.
Recientemente hice uno de
esos descubrimientos “chorra”. Resulta ser que en estas fechas,
aprovechando la llegada de San Valentín, se compran y se consume mas
chocolate por persona que en otras fechas de distinta índole pero
igualmente señaladas en calendario y quien lea esta tontería
pensará, ¿que gilipollez no?. Pues sí, es uno de esos
conocimientos inútiles para el común de los mortales que sí, es
bastante gilipollas. Pero si se lo preguntas a Nestlé o a Lindt, o
al pastelero te dirán entre sonrisas que sí, será gilipollas pero
a él o ellos concretamente les viene de puta madre(ya que entré en
esta línea, pues sigamos hasta el final siendo putamente
malsonantes). Pero centrémonos, personalmente a mi en estas fechas
me gusta tener un detalle, económico y algo coquetón, sobre todo
“económico” porque me coincide también el aniversario unos días
antes. El aniversario del inicio de una relación con una persona con
la que quieres estar toda la vida es una fecha
importante....importante si, pero totalmente idealizada, seguro que
la realidad fue bien distinta, al menos en mi caso las dos son lo
mismo, sera que mi pareja y yo idealizamos el momento de manera algo
más satírica. Les contaría el “tierno” momento pero
seguramente lo parodiaría más y pretendo cumplir con la sacrosanta
tradición de que dicho aniversario sea una balsa de aceite tranquilo
y feliz. Baste contar que todo está aderezado con un domingo, un
abrigo con el que pasé un calor de cojones y un beso inesperado que
luego parece ser que sentó mal en una cafetería, que terminaría
una semana después con un dulce llamado “cuerno de ciervo”(nunca
lo vi después en ningún sitio) y una relación de más de una
década con una persona a la que quiero mucho.
Hoy en cambio sigo
dándole vueltas a una idea sobre todo esto de estas fechas,¿de
verdad se comen toda esa cantidad ingente de dulce y chocolate?. Y si
la entrada económica de todo esto es tan grande,¿qué hacen estas
compañías y los pasteleros todo el año?. Ni idea, pero no debe ser
un conocimiento este tan chorra cuando alguien menciona este hecho
estadístico todos los años. Lo que si recomendaría si alguien me
lee y quiere un consejo gratis es que si bien regalar dulces y flores
es genial, más genial es que aunque no lo regales el dulce aroma
del amor de la relación de pareja perdure y no quede en un recuerdo
de como antes a “fulanita cual” llegue a regalarle dulces y
flores. Porque a fin de cuentas, ¿qué son esos regalos sino una
extensión física de ese amor?, al final lo que quedan son anécdotas
idealizadas o parodiadas pero deben ser de una vida en común, o esa
ha sido mi experiencia. Bueno ahora me despido, tengo que comprar
algo para el animaversanvalentin que me toca.
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